lunes, 28 de mayo de 2012

Oscuridades: Monstruos y / o Fantasías

De noche las horas se llenan de fascinaciones y monstruos. 

He de rememorar aquellas noches de mi infancia, cuando bajo la cama hervían los espectros y horrendas criaturas que quitaban el sueño hasta que, rendido por la actividad del día, iba olvidando las penas y el miedo a ser devorado por los engendros de las tinieblas, habitantes de los recónditos espacios oscuros de mi habitación. No se tarda pronto en desconocer que peores son las realidades que se enfrentan diario, como los golpes, las fallas escolares y los sonidos de las peleas venidas de la habitación de los padres. Cada quien tiene con que erradicar los miedos. 
La juventud es el mítico tesoro de la ignorancia. Desconocemos que el mundo existe con las fantasías que se inventan por las noches, desde los encuentros furtivos y prohibidos, hasta el creativo que va formando en su mente las genialidades del ocio artístico. Olvidamos comprender para solo vivir el momento, a veces agobiándonos por pequeños problemas que nos parecen insuperables, pero que solo exigen un poco de seso. 
¿Qué nos guarda la adultez y la oscuridad? No podemos entendernos sin pensar en como hemos sobrepasado los anteriores ciclos de nuestra vida. No creo que ningún hombre o ninguna mujer entiendan mucho de la metafísica de los sueños sin meter a Freud de por medio, tan poco conscientes que tuvimos demasiadas explicaciones sin necesidad de ser achacadas a la sexualidad. Lo único que no le reprocharía a Sigmund y a los psicólogos posteriores y anteriores a él es la visión de comprometer la construcción mental y emocional de las personas con su desarrollo anterior.
Cada adulto es un mundo complejo de tropezones, caídas y levantamientos. No podemos pedir a alguien que afronte sus problemas en compañía cuando ha estado acostumbrado a que los demás suelen ser la raíz de sus complicaciones. Así como no podemos asumirnos solitarios a la hora de enfrentar las distintas vicisitudes de la vida a quienes nos hemos rodeado de personas en las cuales podemos confiar plenamente. Nos daremos muchísimos golpes. 

A veces, con respecto de las oscuridades y los silencios solo queda tratar de encontrar la mejor forma de entender a cada una de las personas, de la forma en que mejor se pueda. Nunca comprendemos por completo. A menos que nos encontraramos en a misma situación, en el mismo lugar, con los mismos antecedentes históricos. Y así y solo así podríamos tal vez acercarnos un poco. Pero resultaría demasiado perfecto y con muchísima sospecha. ¿Quién está robando la vida de quién? ¿O en que probeta fueron hechos los dos?

Pero bueno... materia para otro momento de esparcimiento. Seguiremos viviendo como creemos que podemos vivir mejor de acuerdo a nuestras oscuridades enfrentadas. Entre monstruos o con fantasías. 

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