jueves, 31 de mayo de 2012

Ese faro



Me mantuve en vigilia mirando al horizonte en la espera de divisar la sillueta de su barca. Acostumbrado a la brisa marina me hice amigo de las gaviotas y demas habitantes de estos linderos entre la tierra solida y el mar con sus olas inquietas. He aprendido a leer en su vaiven los destinos de los que van perdiendo la razon arrojandose a los designios siempre desconocidos de la marea, asi como de aquellos que se han quedado a vivir en la bahia, anclados en el eterno ensueño de la nueva ola.

Es ahora que he dejado de mirar el atardecer, cuando habituado a la sal marina he encontrado en el faro la estela de luz que puede guiar esta vida mia, existencia del hombre que vive entre el cielo firme de las montañas y el horizonte del mar en viaje. Solo que el viejo faro tiene sus problemas, solo resplandece en momentos en los que la tranquilidad de la brisa le permite emitir esa claridad de la que es capaz. Es el faro y su resplandor la que me embelesa, me mantiene anclado en la espera, rogando por ver de nuevo el haz de luz cortando la niebla que invade de constante estos lugares. Esa niebla que impide ver cada dia el amanecer con esa claridad que todos esperamos, y mas este solitario escritor enamorado del mar. 

martes, 29 de mayo de 2012

Fin y ya


Sonreía mientras el aire marino habitaba sus pulmones, variándolo de vez en cuando con un poco del humo venido de la pipa. Y miraba el resplandor del sol desfalleciendo en los límites del mundo, espejo acuático en el mar. 

-Un día de estos se acaba y ya. No más sol y no más arrullo de mar.

Se agobiaba para poder disfrutar la vista del presente teniendo pesadillas despierto, con desastres naturales y todo. 

-Cuando ningún hombre nazca, entonces empezaremos a disfrutar las pequeñas cosas. Y  luego pelearemos por el último cigarro, la última botella de vino, el último cuadro de la carita feliz amarilla. Pelearemos enfurecidos por lo que dé la última felicidad.

Y dormía con el pecho desnudo para sentir la brisa de la noche.

lunes, 28 de mayo de 2012

Oscuridades: Monstruos y / o Fantasías

De noche las horas se llenan de fascinaciones y monstruos. 

He de rememorar aquellas noches de mi infancia, cuando bajo la cama hervían los espectros y horrendas criaturas que quitaban el sueño hasta que, rendido por la actividad del día, iba olvidando las penas y el miedo a ser devorado por los engendros de las tinieblas, habitantes de los recónditos espacios oscuros de mi habitación. No se tarda pronto en desconocer que peores son las realidades que se enfrentan diario, como los golpes, las fallas escolares y los sonidos de las peleas venidas de la habitación de los padres. Cada quien tiene con que erradicar los miedos. 
La juventud es el mítico tesoro de la ignorancia. Desconocemos que el mundo existe con las fantasías que se inventan por las noches, desde los encuentros furtivos y prohibidos, hasta el creativo que va formando en su mente las genialidades del ocio artístico. Olvidamos comprender para solo vivir el momento, a veces agobiándonos por pequeños problemas que nos parecen insuperables, pero que solo exigen un poco de seso. 
¿Qué nos guarda la adultez y la oscuridad? No podemos entendernos sin pensar en como hemos sobrepasado los anteriores ciclos de nuestra vida. No creo que ningún hombre o ninguna mujer entiendan mucho de la metafísica de los sueños sin meter a Freud de por medio, tan poco conscientes que tuvimos demasiadas explicaciones sin necesidad de ser achacadas a la sexualidad. Lo único que no le reprocharía a Sigmund y a los psicólogos posteriores y anteriores a él es la visión de comprometer la construcción mental y emocional de las personas con su desarrollo anterior.
Cada adulto es un mundo complejo de tropezones, caídas y levantamientos. No podemos pedir a alguien que afronte sus problemas en compañía cuando ha estado acostumbrado a que los demás suelen ser la raíz de sus complicaciones. Así como no podemos asumirnos solitarios a la hora de enfrentar las distintas vicisitudes de la vida a quienes nos hemos rodeado de personas en las cuales podemos confiar plenamente. Nos daremos muchísimos golpes. 

A veces, con respecto de las oscuridades y los silencios solo queda tratar de encontrar la mejor forma de entender a cada una de las personas, de la forma en que mejor se pueda. Nunca comprendemos por completo. A menos que nos encontraramos en a misma situación, en el mismo lugar, con los mismos antecedentes históricos. Y así y solo así podríamos tal vez acercarnos un poco. Pero resultaría demasiado perfecto y con muchísima sospecha. ¿Quién está robando la vida de quién? ¿O en que probeta fueron hechos los dos?

Pero bueno... materia para otro momento de esparcimiento. Seguiremos viviendo como creemos que podemos vivir mejor de acuerdo a nuestras oscuridades enfrentadas. Entre monstruos o con fantasías. 

Confusión

Imagen con alusión a "El Tunel" de Sabato
Es un agente externo éste que habita y se extiende por mi alma. Camina mis entrañas y se fija en mi cabeza, otras veces en mi pecho y en mis manos. Rompe el esquema de mi ánimo y me distrae de rozar la locura con la cotidianidad con que quisiera la villanía de mis de mis días.

Si lo acepto es porque hace de la desgracia mi hábitat. No quiero que desaparezca porque concibe mis letras y deshace mi caminar por estas calles. 

He planeado su estancia permanente, aceptando que si ella me ha olvidado, olvidaré yo su aroma y sus besos, y olvidaré la búsqueda, porque no creo poder aguantar seguir caminando como sonámbulo por el mundo, volviendo a ilusionarme para caer de nuevo, golpeándome tan duro como ahora.