Tal vez tengas la razón. Hemos
estado viviendo tan apasionadamente que no hemos tomado en cuenta el valor del
tiempo, de la mesura y del encanto de los descubrimientos sorpresivos al irnos
descubriendo de poco en poco, compartiendo la ansiedad de volvernos a ver sin
tanta prisa. Nos hemos dejado consumir por las ansias de estar junto a alguien
y hemos olvidado que tal vez, solo tal vez, la pasión que tanto nos empujan a
sentir en todo momento solo es la prisa de estos tiempos en los que uno tiene
que vivir lo más rápido posible.
He de admitir que me duele
aceptar que tengas razón. Porque he albergado la esperanza de una pasión que
hacía tiempo no pensaba y por la que tanto tiempo soñé. Ahora imagina mi posición
y trata de entenderme. He vivido un ensueño vuelto realidad, el recuerdo de un
enamoramiento del pasado encontrado en el presente. He encontrado en tu abrazo
el calor que hacía tiempo no sentía y en tus besos el alivio a una soledad que
no he sabido llevar.He amado.
Los silencios me son incómodos.
Pero este silencio me sabe a sabiduría, al análisis de la situación y a
sostener peleas internas que no me hacen olvidar mi limitada capacidad para
sostener el valor de las emociones en contraposición a veces con la entereza de
mi razonamiento.
Tal vez tengas razón.